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Los masajes:

• Oxigenan los músculos,
• Mejoran la respiración,
• Activan la circulación sanguínea y linfática,
• Apoyan a un mejor funcionamiento de los órganos internos.

También sirven con un medio directo para conseguir la relajación y mantienen el cuerpo más limpio.

Muchos tenemos dolores en la espalda, el cuello y los hombros, con el masaje se quita la tensión que se encuentra en los nervios y que ha ocurrido por la realización de ciertos movimientos bruscos o la mala postura.

De igual forma se recomienda el masaje para tratar las venas varicosas, para el reumatismo, eliminar la migraña y el estrés.

Las mujeres y hombres deben hacerse masajes que les permita tener más oxigenación en los músculos y que haga más rápida y fluida la circulación en todo el organismo.

El estrés en tu trabajo

 1. Mide tu tiempo: No puedes pensar que tu día en la oficina va a empezar con el pie derecho si te levantas tarde, te tardas horas en la regadera y aparte quieres pasar por café. Sé consciente que si no empiezas a medir tu tiempo, tu día no va marchar como tú lo esperas. En lugar de decirle “5 minutos más” al despertador, actívate y empieza el día sin prisa. Eso reducirá en gran medida tu estrés laboral.

2. Haz una lista: En el momento que pones en papel todas tus tareas se volverá mucho más sencillo organizarte y lograr tus objetivos a corto plazo. Cuando todo se lo dejas a tu memoria, lo único que te va a pasar es que se te van a olvidar la mitad de tus tareas y no vas a completar nada, culminando en un gran brote de estrés porque te falta todo y el día ya se está acabando.

3. Limpia tu lugar de trabajo: No hay nada peor que llegar a un escritorio/cubículo/oficina y que se encuentre desordenado; envolturas, plumas, vasos de café y papeles por todos lados. Mejor tómate 5 minutos antes de empezar a trabajar e intenta dejar lo más organizado que puedas tu lugar.